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.Si se aboliera la represión, este resentimiento sevolvería contra todo el orden social que tiende a impedir a sus miembros lacomprensión de los mecanismos con que son reprimidos.A través de toda lahistoria las coacciones físicas, organizativas y culturales desempeñaron siempreel papel que les correspondía en el proceso de integración del individuo en unorden justo o injusto.Hoy las organizaciones obreras se ven forzadas acontribuir inevitablemente al ejercicio de dicha presión, justamente cuando seempeñan en mejorar la situación de los obreros.Existe una diferencia decisiva entre las entidades sociales de la moderna eraindustrial y las de épocas anteriores.Las entidades de las sociedades másantiguas eran totalidades en el sentido de que habían llegado a serconformaciones jerárquicamente organizadas.La vida de la tribu totemista, delclan, de la iglesia del medioevo, de la nación durante la era de las revolucionesburguesas, se conformaba a modelos ideológicos que habían ido formándose através de evoluciones históricas.Tales modelos mágicos, religiosos ofilosóficos reflejaban las formas eventuales del dominio social.Formaban unaargamasa cultural aún después de envejecer su papel [154] en la producción;así fomentaban también la idea de una verdad común, y lo hacían precisamentegracias al hecho de haber sido objetivadas, Todo sistema de ideas, ya sean88éstas religiosas, artísticas o lógicas, adquiere, mientras se lo articula en unlenguaje comprensible, un significado general y pretende necesariamente serverdadero en sentido general.La vigencia objetiva general pretendida por las ideo logias de las unidadescolectivas antiguas constituía una condición esencial para su existencia dentrodel cuerpo de la sociedad.Pero los modelos de organización, como el de laiglesia medieval, no coincidían punto por punto con las formas de la vidamaterial.Sólo la estructura jerárquica y las funciones rituales del clero y de laclase profana tenían una reglamentación rigurosa.Fuera de esto, ni la vidamisma ni su corte espiritual se habían integrado enteramente.Los conceptosespirituales fundamentales no se habían fusionado por completo con lasreflexiones pragmáticas y conservaban así cierto carácter autónomo.Un abismoreinaba todavía entre la cultura y la producción.Este abismo dejaba mayorcantidad de salidas que las que quedan en la superorganiración moderna, lacual en el fondo hace que el individuo se atrofie hasta llegar a ser una meracélula de reacciones funcionales.Las modernas unidades organizativas, cornola clase trabajadora en su totalidad, son partes orgánicas del sistemaeconómico social.Las totalidades más antiguas, que habían (le corresponder a un modeloespiritual abstracto, contenían un elemento del que las totalidades puramentepragmáticas del industrialismo se ven privadas.También estas tienenestructura jerárquica, pero están integradas a fondo y despóticamente.Así porejemplo, el ascenso de sus funcionarios a jerarquías más elevadas no se basaen calificaciones referidas a ideales espirituales, sino en la capacidad de talesfuncionarios para manejar a los hombres: son aptitudes puramenteadministrativas y técnicas las que determinan ahora la selección del personalsuperior.Tales capacitaciones no estaban ausentes en modo [155] alguno en laconducción jerárquica de las sociedad anteriores, pero la disolución de larelación entre las cualidades de conductor y una estructura objetivada deideales espirituales confiere a las totalidades modernas su carácter específico.La iglesia moderna representa una asunción de las formas antiguas; estasupervivencia se basa, sin embargo, en una amplia adaptación a la concepciónpuramente mecánica a cuya propagación, dicho sea de paso, contribuyó elpragmatismo inherente a la teología cristiana.La teoría social -- ya fuese reaccionaria, democrática o revolucionaria eraheredera de los sistemas de pensamiento más antiguos, de los que se suponíaque servían como muestra de las totalidades pasadas.Estos sistemas másantiguos se habían desintegrado porque las formas de solidaridad que seexigían de ellos demostraron ser engañosas, y porque las ideologías vinculadascon ellos se tornaron huecas y apologéticas.La crítica social de la épocamoderna renunció a la apologética y dejó de glorificar su objeto; ni siquiera Marxglorificó al proletariado
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