[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.A esto replican los primeros que un barco puede sufrir cualquier retraso imaginable acausa de las tormentas y los vientos contrarios, y que las noticias llegaron primero a laciudad de Pensamiento y que sólo despus hemos sabido de ellas.- Oh, espero que el hombre negro se encuentre bien - dijo Io -.Ya s que no lerecuerdas, Latro, pero era amigo tuyo antes incluso de que lo furamos Pndaro y yo.Cuando te trajeron al templo l iba contigo.- Crees que estaba en esa batalla? - le pregunt.- Tengo la esperanza de que no fuera as, pero es probable que estuviera.CuandoHipereides te vendió a Kaleos conservó para s al hombre negro, y pensaba llevar susbarcos para que se reunieran con la flota.- Entonces, espero que el hombre negro est a salvo y que Hipereides haya muerto.- No deberas hablar de ese modo, amo.Hipereides no era malo: nos sacó de esamazmorra en la Colina de la Torre hablando con los guardianes y luego permitió quePndaro e Hilaeira se marcharan cuando la ley dijo que as deba ser.Pero antes de que consigne por escrito los acontecimientos ms recientes, deberaescribir sobre cosas ms antiguas que pueden perderse muy pronto entre la niebla de lacual no consigo liberar a mis pensamientos.El regente nos ha puesto bajo la custodia desu mensajero y ste mandó sus esclavos para que llevaran nuestras pertenencias y las deBasias a su tienda.Nos enseó dónde se hallaba sta, cerca de la que ocupa el regente,y nos dijo que debamos levantar la tienda de Basias junto a la suya.Creo que norecordaba el modo en que debe levantarse una tienda, pero una vez que lo hubeextendido todo en el suelo supe lo que deba ir haciendo a cada momento.Io se metióbajo la lona embreada y sostuvo los palos, pasndoselo tan bien que tardamos tres veceslo necesario en levantar la tienda.Junto a las ropas de Basias haba una espada que Io afirmaba me pertenece; estabacolgada en un cinto, con su vaina.Despus de tomarla me sent inmediatamente mejor;un hombre sin armas es un esclavo.Io dice que Kaleos me permita llevarla cuando leperteneca y quiz es la razón de que no sienta animadversión hacia ella, tal y como juraIo que me ocurra.Luego vinieron los esclavos de Basias, encogidos y temerosos pensando que se les ibaa golpear.Haban estado recogiendo lea cuando les encontraron los esclavos dePasicrates, y no tardaron mucho en descubrir qu haba sido de las pertenencias de suamo.Les expliqu la enfermedad de ste y les orden que preparasen el tipo de comidaque conviene a un enfermo.Obr sabiamente al ordenrselo, pues otros esclavos no tardaron en traer a Basiastendido en una litera.Con ellos vena un anciano que dijo ser Kichesipos el Mesenio peroque hablaba igual que lo hacen los Cordeleros y sus esclavos, alargando las slabas.Basias tena el brazo negro e hinchado y pareca como si estuviera perdido en un sueo;a veces oa lo que decamos y a veces era sordo por completo a nuestras palabras,mientras que otras veces era capaz de ver lo que a nosotros nos resultaba imposibledistinguir.Quiz se es el aspecto que ofrezco a los dems, pero lo ignoro.- Vuestro amo ha sido mordido por una vbora - les explicó Kichesipos a los esclavosde Basias -, y por la distancia que hay entre las marcas de los colmillos y la severidad desu reacción a la mordedura, es la vbora ms grande que he visto jams.He abierto susheridas y he extrado el veneno de ellas tan bien como me ha sido posible.No intentishacerlo por segunda vez: es intil, una vez hecho, querer repetirlo.Dejad que repose ycuidad de que no pase fro; dadle de comer si lo desea y no le restrinjis ningn tipo dealimento o bebida que pida.Con el favor de la diosa es posible que se recupere, perotambin es posible que muera.Io le preguntó si haba algo ms que estuviera en nuestra mano hacer.- Segn tengo entendido, la vbora no ha muerto.Yo asent.- Nunca llegamos a verla, seor - indicó Io -.Golpeó a una persona y otra persona dijoque en su cabello haba una aguja envenenada.Kichesipos meneó la cabeza.- Es imposible que una aguja contuviera tanto veneno, y sólo habra dejado una herida.No voy a quitar el vendaje para ensearos las heridas, pero hay dos.(Luego me maravillóla astucia de la joven Io, pues si le hubiera contado que fue su amo Pausanias quien dijotal cosa estoy seguro de que Kichesipos jams habra osado contradecirle.) El que lavbora estuviera muerta podra serle beneficioso - siguió diciendo -.An ms lo seraponer su carne cruda sobre sus heridas.Mientras siga viva, la vbora refuerzaconstantemente su veneno, al igual que hace una ciudad con el ejrcito que ha enviado ala guerra.Aparte de eso, nada ms puedo sugerir
[ Pobierz całość w formacie PDF ]